Cuando les roban a los Griffin, la familia huye a la habitación del pánico de Peter. Aislados y atrapados, Peter insiste en que la familia conozca la historia de sus ancestros y narra una serie de eventos que explican el apellido Griffin. Luego, cuando Meg es elegida para regresar a la casa, asusta a los ladrones de una forma inesperada.
Trabajando en una residencia de la tercera edad, Charlie se hace amiga de dos rebeldes ancianas que podrían haber hecho justicia por mano propia.