El hospital experimenta una crisis sin precedentes. Se ponen a prueba las habilidades quirúrgicas de Meredith y Cristina.
Cuando un paciente quemado muere inesperadamente en la sala de emergencias, todos los residentes del Mercy West y del Seattle Grace deberán defender sus acciones para poder salvar su puesto de trabajo.
Derek se enfrenta a una demanda en su primer día como jefe provisorio, cuando un paciente se despierta de la anestesia durante su cirugía. Mark se rehúsa a hablar con Lexie.
El deseo de un paciente por terminar con su vida hace que Hunt recuerde momentos tormentosos. Arizona y Callie tienen distintas opiniones sobre el futuro. Richard intenta adaptarse a su nuevo rol.