Las crónicas de Frankenstein

La policía atrapó a una banda de traficantes de opio que operaba en la orilla del Támesis, pero mientras indaga en el terreno, el inspector John Marlott halla el cadáver de un niño, mutilado de manera grotesca.

Siguiendo con la investigación, el inspector se reúne con el artista William Blake, que está agonizando en su lecho de muerte, pero quien le recibe como a un profeta. Después, habla con un policía que vigila la casa donde se reúnen los delincuentes.

Tendo se libra de las garras de Billy Oates, Flora busca un favor de Marlott; como sigue la investigación, Marlott viaja para Kentish Town a interrogar a Mary Shelley.

Marlott y Pritty se introducen en los túneles que circulan por debajo del mercado de Smithfield, y que van desde el bar Fortunes of War hasta el hospital St. Bart. Pritty está aterrado.

Boz publica un artículo en el periódico acerca de los asesinatos que causa una serie de protestas públicas y pone furioso a Peel en la víspera de ser decretada la regulación de las prácticas de anatomía.

Marlott finalmente reconstruye los movimientos de los cuerpos en el Hospital St. Bart, y un número de sospechosos continúa dando vueltas en su mente. Mientras sigue con la investigación, Sir Robert Peel se encuentra con Sir William Chester.